Valoración del jurado:

“Transformación de un apartamento anodino en un lugar personalizado y acogedor realizado con materiales sostenibles, con la estrategia de organización a partir de las zonas de confort térmico. Se valora el riesgo, la radicalidad y vitalidad del proyecto frente a un encargo de bajo presupuesto. Se trata de un buen ejemplo de cómo abrirse a nuevas formas de habitar el espacio con la construcción de soportes sencillos y fáciles de transformar, según evolucionen las necesidades de sus habitantes. La propuesta se ha desarrollado desde el diálogo con el usuario, planteando los límites de la intervención de la arquitecta y definiendo el proyecto como una colección de pautas o reglas de juego domésticas”.

Autoría:

Mireia Luzárraga Álvarez, Alejandro Muiño

Empresa promotora / propiedad:

Privat

Empresa contratista:

Takk

Fotografía:

José Hevia

Colaboración:

Roger Monfort, Berta Ribaudí