XXVI PREMIOS HABITÁCOLA

Los Premios Habitácola, impulsados por Arquinfad, fueron creados en 1987 con el fin de promover la reflexión de los nuevos marcos teóricos en los ámbitos del diseño y de la arquitectura, y debatir,
conjuntamente con las escuelas, soluciones y puntos de vista innovadores en relación con los diferentes temas de interés social propuestos en cada convocatoria.

Los Premios Habitácola son un concurso dirigido a estudiantes cuyo objetivo es difundir la importancia de la creatividad, el compromiso social y la profesionalidad entre las empresas, los organismos y la población en general, apoyando y promoviendo nuevas iniciativas, nuevos planteamientos y nuevos talentos emergentes.

La temática escogida para estos premios siempre ha tratado aspectos relevantes para la sociedad y ha abordado problemáticas sin resolver y actuales. En esta edición, como en otras ocasiones, la temática coincide con los contenidos de Arquinset – Semana de la Arquitectura (www.arquinset.org), que ha sido celebrada bajo el tema de «Paisajes contemporáneos, lastre y/u oportunidad».
Con el impulso de estos premios, Arquinfad quiere ayudar a los estudiantes a introducirse y darse a conocer en el mundo profesional y de la empresa, ya que serán ellos los profesionales del futuro.
En las dos últimas ediciones se invitó a una escuela de fuera del Estado español con el objetivo de abrirse tanto a propuestas académicas diferentes como a otras formas de trabajar. Con esa misma pretensión la edición actual se abre a todas las escuelas de la península Ibérica y de Iberoamérica.

En esta edición se cuenta con la colaboración del Disseny Hub Barcelona (www.dissenyhubbarcelona.cat) y el CCCB (Centre de Cultura Contemporània de Barcelona) (www.cccb.org) para los premios, la difusión y la exposición de los trabajos ganadores, que formarán parte del FADFest, Barcelona Design Festival 2014 (www.fadfest.cat) así como de la exposición Piso Piloto (www.pisopiloto.org) en el CCCB.

TEMA

Los XXVI Premios Habitácola se centran en las arquitecturas abandonadas, nunca inauguradas, semirruinosas, infrautilizadas, de cualquier lugar del mundo, pero que afloraron de forma inquietante con el boom inmobiliario en España. Todo este parque de semiconstrucciones en torno a la vivienda, trazados esbozados y edificios expectantes, ya sea por su condición de productos inacabados o ya sea
por su condición de productos insólitos, se encuentra en una situación de sueño profundo, inconsciente de sus posibilidades.
Se detecta la necesidad de organizarse para intervenir en esos paisajes de vivienda inacabados, para su reconversión hacia entornos sostenibles, eficientes y equitativos, a través de transformaciones políticas, sociales y económicas que eviten la depredación del territorio, y que incluyen intervenciones arquitectónicas.

Los XXVI Premios Habitácola hacen un llamamiento a las propuestas de acción o intervención para sacar del coma estos edificios, estas infraestructuras, estos esbozos, todos ellos lugares en estado de choque en
los que la vivienda forma parte central del argumento. No importa tanto que acaben siendo lo que alguien pensó que tenían que ser como que se conviertan en una presencia útil y rehabitable, en un lugar socializable, que recuperen sentido y significado, y que vuelvan a integrarse en los flujos de información,
personas y mercancías.
Los participantes deben elegir un lugar, un emplazamiento concreto, que cumpla estas características, y proponer una acción arquitectónica que lo transforme, que genere sentido. Se valorará la propuesta de acción desde la vivienda o hacia la vivienda así como la idea que pueda transformar esa arquitectura
o ese paisaje, es decir, resignificarlo.

La propuesta de acción arquitectónica puede ser temporal o permanente, y no hay limitación en cuanto a la escala o el presupuesto, pero el equipo debe especificar los límites espaciales, temporales (si los hay) y de presupuesto de la acción, si es pertinente. Se podrán valorar también aquellas acciones que sean llevadas a cabo, hechas realidad, por los estudiantes.
Se presentará la propuesta de acción arquitectónica, o la acción arquitectónica en sí (en caso de realizarse), al jurado de los premios y a la sociedad a través de un formato audiovisual que permita su difusión aprovechando tanto los canales tradicionales como las redes sociales.
Se valorará también la capacidad de comunicacióna través de la red, la socialización de  la propuesta a través de las redes sociales, porque se entiende que forma parte de la propuesta su imbricación con la comunidad, su apropiación colectiva a través de la red. Intervenir en una ruina, hacérsela propia,
conlleva un proceso democrático de dar opinión y tomar posición dentro de la preexistencia.

Se pide, en definitiva, trabajar en la ruina, que significa trabajar con los negados, con los reductos. Arruinarse como mecanismo de superación. Trabajar en la ruina y desde la ruina, arruinándose. ¡Arruínate!