De través

La ciudad, en los años 60 y 70, ante una población que estaba sufriendo los efectos de una posguerra, era concebida como un lugar gris y como el centro de trabajo para muchos ciudadanos. El estrés y el esfuerzo que se exigía en el trabajo generaban en la población un desgaste mental y un sentimiento de rechazo hacia la ciudad.

Este sentimiento lo vemos claramente en el diseño de los proyectos del arquitecto Antoni Coderch, donde hacía un uso reiterado de la adición de piezas, como pequeñas células, buscando la intimidad y el aislamiento de la ciudad para aquellas personas que vivían y hacían vida dentro de las viviendas que él diseñaba.

Actualmente, la ciudad es un centro de oportunidades económicas, laborales y un lugar de socialización entre ciudadanos y de cultura. Es por esta razón que, en este proyecto, presentamos una intersección entre la idea de la adición de piezas y el edificio del Institut Français, para abrirlo y que las personas que estén trabajando allí puedan disfrutar de un espacio conectado con el exterior.

De esta manera, los balcones que se han diseñado en la fachada de este edificio tienen el objetivo de transmitir un sentimiento de libertad a todos los que pasen un rato dentro de las salas, en contraste con los pensamientos negativos de la “ciudad gris” con los que Coderch decidió diseñar el edificio del Institut Français.

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