BROT

Se puede entender la experiencia de la lectura desde extremos bien diferenciados, puede ser un momento privado de desconexión y relajación, pero también una oportunidad para la puesta en común y discusión de ideas, el intercambio de conocimientos. Por lo tanto, es fácil coincidir en la naturaleza enriquecedora de la lectura, y cobra importancia la concepción de espacios que puedan abarcar las diferentes situaciones que genera esta acción.

En el caso de pueblos con el servicio de bibliobús, poner la atención en un espacio exterior que funcione como parada pero también tenga sentido por sí mismo y nos ayuda a romper la sensación de efimeridad y temporalidad del vehículo, dando un punto de referencia permanente.

El municipio escogido es Sant Llorenç d’Hortons, una localidad de 2.547 habitantes perteneciente en la comarca del Alt Penedès. Se encuentra por lo tanto en una zona de clima mediterráneo, a pesar de estar ligeramente alejado del mar. En esta zona tiene un gran peso de trabajo la agricultura, hecho que junto con su situación alejada de núcleos urbanos lo hace un municipio donde es muy visible la proximidad con la naturaleza.

Replanteamos la reubicación de la parada a un espacio virgen a menos de 100m del actual, un terreno sin acabar y desperdiciado. De esta manera se mantiene la proximidad con el centro educativo, con el jardín de infancia y también con la parroquia, actualmente desvinculada del pueblo. Se ocupa un vacío que proveyendo un crecimiento urbano puede acabar convirtiéndose en un punto céntrico que genere comunidad.

La propuesta es una estructura rayada construida por costillas de corcho que permiten el paso de la luz sin dejar de crear un espacio recogido. Tiene forma alargada y diagonal, con dos pérgolas que permiten dar intimidad al espacio y al mismo tiempo invitan a participar en él. La parada se abre hacia el jardín de infancia creando un espacio de conexión con los edificios que lo rodean, y dirige la mirada hacia la Parroquia.

Sant Llorenç d’Hortons es un pueblo sobre todo viñero, donde el vino tiene una importancia especial. Queremos que este rasgo característico aparezca en la parada del bibliobús. Por este motivo, utilizamos el corcho prensado como material estructural. La extracción del corcho es un proceso respetuoso con el medio ambiente, tiene muy bajo impacto y es obtenido por recursos renovables ya que no es necesaria la tala de los alcornoques, y se aprovecha todo el material. Además, sus propiedades naturales permiten que sea fácil de trabajar y sostenible.

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