OCEANROCK
OceanRock, propone rediseñar y romper con el concepto y la forma de chiringuito de playa, que está arrastrando una degradación ambiental y una invasión hacia la naturaleza cada vez mayor.
Esta propuesta se basa en un espacio pensado para la venta de alimentos y bebidas, con la idea de la no invasión del sitio ubicado, utilizando como materiales principales elementos naturales del entorno donde se ubica.
Está compuesto por una cubierta de x x x y un bloque de x x x donde podemos encontrar un lavabo, cuatro duchas y una zona de barra donde ofrecer el servicio de venta al público, incluyendo la zona de almacenamiento.
Debido a la gran invasión de los espacios naturales con edificaciones que el ser humano ha creado, he decidido diseñar el chiringuito de la manera menos invasiva posible, utilizando materiales naturales y el mínimo espacio posible a fin de que tenga el mínimo impacto visual y espacial. Para ello, antes que nada, quería romper con estas edificaciones que podemos encontrar en las playas basadas en módulos hechos en serie, los cuales, tienen como preestablecido tanto la función como la estética (tarimas y elementos estructurales de madera con formas rígidas y ortogonales, utilizando cubiertas rectas y continuas para limitar el perímetro entre el chiringuito y la playa.
En segundo lugar, poder enmarcar y potenciar la parte más conceptual de estas pequeñas construcciones, ya que carecen de un trasfondo estético y / o formal.
Y, por otro lado, también he tomado como referencia un trabajo hecho por Marc Wilson, “The last stand”, donde expone los restos de unas construcciones de defensa militar hechas a la Segunda Guerra Mundial en las costas de las islas británicas y del norte de Europa y como han subsistido en el tiempo y en el paisaje.
En mi caso, quería representar como un pedazo del mar es arrastrado y llevado hasta el borde del mar, dejando como resultado un bloque de roca medio enterrado en la playa, o visto de otro modo, dejando los restos de unas construcciones procedentes del propio océano. De este modo se intenta conseguir un elemento paisajísticamente no invasivo y donde se integra y respeta al máximo el entorno natural que la rodea.
La situación escogida es la playa de la Gola del Ter, (entre el Estartit y Pals) también conocida como la Playa de la Fonollera, en el término municipal de Torroella de Montgrí, es uno de los parajes más tranquilos, salvajes y sugerentes de toda la Costa Brava, donde aguas dulces y saladas confluyen.
Está formada por una larguísima extensión de arena fina y dorada, alejada de cualquier construcción humana, formando un paisaje con carrizal típico del borde del Ter, donde se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas de las Islas Medes y del Castillo de Montgrí.
Al comenzar el proyecto, miré un poco qué características tienen en común los chiringuitos; una zona de venta (cumpliendo con su función), toldos que cubren plataformas artificiales de madera sobre la arena creando terrazas, pilas de tumbonas, lavabos en contenedores de PVC, …. Es decir, urbanizando al máximo un espacio natural y adaptándolo a nuestras necesidades.
Autora:
Laia de Ferrater Sallent
Escola Municipal d’Art i Disseny de Terrassa
Profesores:
Rubén Paez, Eduard Villaronga