Mar de Pals

Aquí se puede ver el vídeo de esta obra premiada creado por Nihao Films

La propuesta parte de un palo, la forma estructural más antigua y tradicional cuando pensamos en la generación de espacios efímeros. Este poste tiene una serie de cortes, agujeros y concavidades que son las encargadas de vincularlo con las actividades que pueden ir surgiendo. Todas las aberturas están pensadas para poder resolver ataduras, apoyos y encajes; esto hace que las actividades a las que acaba apoyando no sólo son las que nosotros hemos considerado, sino que existe una interacción con el usuario que puede acabar dotando a este elemento de otro sentido. Es por ello que consideramos este elemento como el que tiene la capacidad de convocar la actividad; tanto humana como de flora y de fauna.

Estos palos se repiten partiendo de una malla pensada a través de las distancias estimadas de diferentes tipos de actividades. La malla final tensiona estas distancias para que puedan suceder momentos de encuentro y de compartir espacio con otros.

Después, como a distancia global del conjunto, se ha considerado el tiempo estimado en el que se deshace un helado como límite de un sistema e inicio de otro.

Estos sistemas se articulan a través de una pasarela central, la cual da claridad a una estructura aparentemente caótica, conectando el punto de entrada principal, la zona de aparcamiento y la parada del bus urbano, con el mar. Una de las funciones más importantes de esta es ayudar a la preservación y el desarrollo de la flora y la fauna de hábitats costeros como, por ejemplo, las dunas, uno de los espacios que se encuentran en un mayor riesgo actualmente. Esta pasarela permite estructurar la secuencia de espacios que se convierten; entre los que se encuentra el espacio de chiringuito.

EL chiringuito se construye a partir del mismo sistema de postes y unos azulejos que acaban por cerrar la estructura; esto permite que este espacio pueda agregar otras actividades a su alrededor. La actividad principal que da el sentido a esta zona es la de cocinar; el espacio que lo acoge ha pensado bastante abierto de manera que permite la interacción y una posible variación de la forma (haciendo variar el espacio que ocupa y de la manera que lo ocupa) que en conjunto con el tipo de comida y el momento del día en el que sucede. La cocina abierta favorece la capacidad de transformación de este espacio haciendo posible desarrollar una actividad como es la de cocinar, de muchas maneras diferentes. Aparte de todo esto, esta configuración del espacio permite mejorar las condiciones laborales en las que, desgraciadamente, se encuentran muchos cocineros durante el verano.

Autores:

Laia Boquera Llambrich, Marta Aracil González, Maria Boquera Llambrich

ETSAV, Escola Tècnica Superior d’Arquitectura del Vallès

Profesora:

Sandra Moliner Nuño

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