Valoración del jurado:

Se valora la transformación de un gran espacio exterior que, con una muy buena lectura del terreno y una serie de estrategias inteligentes, consigue revalorizar ese espacio natural frente al mar.
Un eje central organiza los equipamientos de esta suerte de pequeña ciudad, creando una estructura que facilita la accesibilidad y la interacción social. Las calles que se ramifican a partir de éste forman una red de mini barrios, compuestos por construcciones prefabricadas de madera.
Además de las viviendas, todas ellas con vistas al mar, se incluyen unas cuidadosas pequeñas construcciones auxiliares para aseos comunitarios y lavado de enseres.
Un muro curvo que abraza el mar y recrea una especie de playa artificial que integra este lugar para el recreo y el entretenimiento con su entorno marítimo de forma armoniosa.
Se destaca un cuidado exquisito en el uso de la vegetación y los materiales de construcción que conectan el conjunto con el paisaje circundante: bloques de tierra compactada, pilares y jácenas de hormigón chorreado para emular la erosión natural de la zona, o piedras de la cantera local se emplean para baños o pavimentos.
Todo ello suscribe una nueva y magnífica idea del habitar en este modelo vacacional.

Autoría:

Pau Bajet Mena, Maria Giramé Aumatell, Manuel Julià Verdaguer

Arquitectura técnica:

Elena Baudillo

Empresa promotora / propiedad:

Alfacs vacances

Empresa contratista:

Adolfo Construccions

Fotografía:

Joan Guillamat

Colaboración:

Marina Miró, Joan Gou, Jordi Oliveras, Lea Atelier